Pedorradas

En estos días que mi esposa ha tenido que trabajar hasta altas horas de la madrugada, he tenido que asumir el rol de compañero de mis crios mientras ella trabaja. Como parte de ese rol he estado expuesto a innumerables horas de dibujitos animados. No es que me moleste porque de hecho sin necesidad de estar con ellos veo muñequitos cuando puedo. Pero no he estado tranquilo porque me he dado cuenta que hay una dramatica diferencia entre mis dibujitos animados y los de mis hijos. El programa que mas me preocupa es uno que se llama Hai Hai Puffy Ami Yumi. En breve trata de unas muñequitas japonesitas rockeras que resuelven todo a punta de guitarra y batería y "buena" musica. AL parecer esta inspirado en un dueto de rockeras nipones que hacen las delicias del publico en la isla del sol naciente. La cosa es que no solo no pasa nada divertido en el show sino que incluye un personaje enano gordo y sucio que entiendo es el manager. Al pobre manager le pasa todo lo malo y las japonesitas solo se burlan de las desventuras del gafufo ese. Perdonenme pero eso no le aporta nada a los niños y niñas que lo ven.
Otro programa que me procupa es Bob El Constructor. Yo no tengo nada contra Bobo y sus secuaces pero no me parece que sea un buen ejemplo. Y digo eso por dos razones. Es un obrero gay que no solo no se cambia de ropa ni para ir al entierro de la mamá sino que es un drogadicto de siete suelas. No hay otra explicación a que sea el unico contratista de la construcción que habla con sus equipos y que manifiesta su doble personalidad a traves de ellos. Debe vivir bombeando un coctel de LSD, cacao sabanero y hongos pasados con aguadepanela. Y por andar metiendo jodas es que sufre de impotencia y no le ha hecho el favor a Wendy. Y si uno lo piensa bien, el programa aliena a los televidentes porque la realidad es que en Colombia obrero o contratista que se respete se chupa el sueldo en pola todos los sabados y luego llega a la casa a darle en la jeta a la esposa en frente de los siete chinos mocosos que tiene. Para nada un buen ejemplo.
Y ni que hablar de Wiggles. Puta vida si es ofensivo el programita ese. Menos mal que en la versión latina de Wiggles no eligieron a cinco maricones como los originales sino a unos pendejos. Pero la verdad es que es otro programa donde no pasa nada y la verdad es que los niños perdieron media hora de su vida en nada, habiendo podido jugar a algo, o salir a dar una vuelta o simplemente dormir. Les sirve mas dormir que ver esa mierda.
Y que opinan de la cubeta de dinosaurios? cono, ese peladito que se deja llevar por su mente y queda hipnotizado por los disenos del papel de colgadura del cuarto esta cagado. En una de esas se mete un acido malo y se queda en su intramundo. Lo peor es que a veces lleva a su hermana en el viaje de pepas que se mete. En verdad creen que un nino de seis anos al enfrentarse a un dragon de dos cabezas la va a pasar bomba? No sera mejor que se caga en los calzones del espanto?
No se. Creo que voy a dejar asi antes de correr el riesgo de caer en una redaccion tediosa e insoportable. Otro día sigo con esta diarrea mental.